Lo que no logran las personas, lo pueden conseguir los perros, hablamos de reducir en los niños su ansiedad, calmarles y envolverles en la tranquilidad necesaria. Además de proporcionarles una estimulación que no debería perder ningún niño a pesar de su minusvalía. Los perros interactúan con el niño y, sobre todo en los menos participativos, les obligan a relacionarse y moverse. No es ninguna novedad que un perro sea más que un compañero, porque los perros se han usado desde los años cincuenta para terapias con personas con discapacidades físicas y alzhéimer, y aunque para sordos no es tan frecuente, se ha demostrado que es muy efectiva.
Para las personas ya adultas, el perro les facilita llevar una vida social independiente. Al igual que los perros lazarillos, existe un adiestramiento especial de ayuda a personas con problemas auditivos donde el perro reacciona ante llamadas como el timbre de la puerta, el sonido del móvil o teléfono, alarmas de incendios e incluso el llanto de un bebé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario